Vías Pirineos de dificultad media, [escalada PD, AD, D (IIº/IVº, máx. Vº)]. Vivencias de montaña. Rincones desconocidos o escasamente divulgados. Y alguna que otra reflexión

martes, 4 de noviembre de 2014

Pala Rayos, vertiente norte (Partacua, Telera)

Peña Retona y la Pala d'os Rayos
Será esta la crónica de varios desengaños, que me han llevado al abandono de otros tantos proyectos trazados sobre la vertiente norte de la Pala d'os Rayos, en el extremo occidental de la Partacua. Todo comenzó con una temprana visita invernal a la Canal Estrecha, que, por cierto, tampoco he tenido todavía ocasión de culminar.

Canal Estrecha o del Cuarté.
A la izquierda, falsa entrada, origen de muchas confusiones (también me pasó a mí)
Parece como si un insólito maleficio me acosara cuando intento abordar esta cumbre, cuya cara norte se exhibe audaz e inaccesible, tutelada por un imponente zócalo vertical. Fuera a causa de inoportunas incidencias o por otras razones de diversa índole, la retirada ha sido una constante en mis asaltos a la Pala Rayos, que solo he conseguido vencer en una ocasión mediante el recorrido de sus aristas occidental y oriental e, incluso, ello con alguna complicación más de las previstas. Sin embargo, las sucesivas renuncias me permitieron estudiar con detenimiento algunas líneas de ataque potenciales… ninguna de las cuales he conseguido llevar a feliz término.


De izquierda a derecha, el programa se inicia mediante una vía que aprovecha los primeros metros de la Canal Estrecha (itinerario azul), para abandonarla enseguida por su margen izquierda y ganar la cresta oeste por una escondida chimenea en diagonal (trazado verde en el croquis). Tal chimenea es muy evidente cuando el deshielo descubre la enhiesta cara nordeste de la Pala Rayos, pero se funde en la roca cuando la nieve desaparece por completo. Para alcanzar su pie bastaría con superar unos metros de rocas escarpadas aunque, en apariencia, fáciles. Sin embargo, un obstáculo precoz de esta vía se plantea ya en la propia Canal Estrecha, casi siempre cubierta por un nevero perenne. Tiene poca inclinación, por lo que, tal vez, se podría prescindir del piolet, mas nunca de los crampones aun en pleno estío; al precio de unos gramitos suplementarios en la mochila, quedaría resuelto este problema, con la ventaja de que las herramientas también harían factible un rápido —aunque tal vez imprudente— descenso por la Canal Estrecha. En todocaso, la salida de la chimenea contemplada desde la cresta oriental de la Pala Rayos es cualquier cosa menos estimulante. Y me temo que la ineludible pedriza descompuesta domine algo más que esta salida.

puede observarse en la pared de la derecha el corte oblicuo de la chimenea...
...y su inestable salida, poco acogedora
arista oriental de la Pala d'os Rayos
El segundo itinerario (naranja en el croquis) resulta algo más ambicioso. Obviamente, demasiado para mis aspiraciones, frustradas por una placa lisa casi a ras de suelo. A finales de la primavera, un nevero permitiría soslayar esta placa, tumbada pero muy lavada por la erosión. No obstante, la continuación parece muy aventurada y anticipa serios problemas, tanto debidos a la pésima calidad de la roca como a la accidentada y aérea cresta final.

aspecto general de la cara norte y de la entrada (nevero) a la vía propuesta
detalle de la entrada; placa lisa justo encima del nevero
y desde más cerca aún: la placa se apoya sobre un escueto muro (IVº)
perfil de la arista, engañosamente practicable.
itinerarios zona derecha de la pared
Situados ya en la zona derecha del zócalo, casi junto a la Canal del Ganado, se abre un colector que rasga la pared vertical (itinerario rojo) hasta la terraza intermedia. Se trata de una canal muy marcada con un pequeño tramo vertical presuntamente superable en oposición. Por desgracia, la roca está podrida, más de lo que cabe suponer, y esconde insidiosas trampas: solo he llegado a tantearla, pero, insospechadamente, me quedé con un trozo de piedra en la mano. Como alternativa, también se puede ascender por la Canal del Ganado (itinerario amarillo), aunque, en tal caso, es probable tropezar con idéntico inconveniente al de la Canal Estrecha, la persistencia de neveros que cubren todo su ancho; sin embargo, aquí existe la posibilidad de esquivar el problema: es factible trepar por las rocas fáciles de la margen izquierda, hasta que, justo antes de que un escarpe vertical cierre el paso, encontrar una cornisa ascendente que nos depositará cómodamente en la plataforma superior; sí, precisamente, en ese llano cubierto de excrementos que dan nombre a la Canal y que, también, le confieren un tufo inconfundible. Es de reseñar, por otra parte, que esta cornisa representa una opción muy interesante para el retorno de la cumbre, si bien en el sentido de descenso es menos evidente.

entrada a la chimenea
travesía Canal del Ganado a terraza intermedia; no por sencilla menos azarosa
la Canal del Ganado; a la derecha, primera canal, discurre la vía normal par alcanzar la arista oeste
La travesía desde la Canal a la terraza tampoco es muy estimulante: terreno escarpado sembrado de piedrecilla suelta. Al menos, la zona superior de la pared, por encima de zócalo y terraza, aparenta gozar de una roca aceptable. Para vencer su primer y más vertical escalón, puede intentarse la arista que delimita el centro de la pared (itinerario azul) o un canalillo central (rojo), el cual parece la solución más accesible. También podría optarse por seguir la chimenea inicial o la propia Canal del Ganado, pero no parecen discurrir por estos trazados tan desviados ya de la cumbre las vías más interesantes.

Pala d'os Rayos desde abajo...
...y desde arriba (Peña Retona)
En fin, los sucesivos chascos y frustraciones que he sufrido en esta pared devienen poco probable que profundice más en alguna de las opciones reseñadas, excepto la Canal Estrecha o del Cuarté, muy interesante en invierno. Cabe destacar que la Pala Rayos tampoco ofrece muchas concesiones para el retorno. Probablemente, caso de que la Canal Estrecha no sea practicable, la ruta mejor y más rápida pasa por un descenso directo al sur, para, seguidamente, circundar la cresta occidental hasta llegar a la Canal del Ganado, siempre un amplio rodeo en el que será inevitable recuperar algo de altura perdida en exceso, aunque no sea preciso bajar hasta el ibón de Bucuesa.