Vías Pirineos de dificultad media, [escalada PD, AD, D (IIº/IVº, máx. Vº)]. Vivencias de montaña. Rincones desconocidos o escasamente divulgados. Y alguna que otra reflexión

martes, 1 de septiembre de 2015

La tercera Marmolera: Infierno occidental, cara oeste.


Infierno occidental y su marmolera oeste desde el valle de Pondiellos
Me colocó el arnés y distribuyo el material. Me encuentro a 2.550 metros, al pie de la marmolera occidental del Pico del Infierno, la más visible desde Formigal (y la de mayor superficie, casi 16 hectáreas). Los primeros metros de moderada inclinación se ascienden sin ninguna dificultad, a pesar de que la roca es muy lisa y dotada de solo presas redondeadas. El aspecto de la placa es ciertamente marmóreo, con un porte extremadamente lavado por la erosión; de hecho, aunque afirmaba lo contrario en la entrada del blog dedicada a la mamolera suroeste, es esta occidental la que con mayor razón ostenta su nombre. Una roca harto peculiar y fascinante que nos seduce de inmediato.

el labio inferior de la marmolera semeja el frente de un glaciar pétreo
marmolera oeste: tramo superior del itinerario descrito, a partir de la zona plana intermedia
Observo aquí y allá hilillos de agua que manan de fisuras imperceptibles; pienso que de estar la piedra húmeda la ascensión se complicaría notablemente, pues la adherencia deja mucho que desear sobre esta roca tan pulida; enseguida alcanzo un rellano casi plano que se atraviesa andando y desde el que puedo estudiar sosegadamente la continuación de la escalada, ya que la pared se empina enfrente de mí formando un pequeño circo: he seguido hasta aquí una veta de mineral oscuro que se desvía a la derecha hasta alcanzar casi la vertical; parece disponer de abundantes presas pero esta opción nos hurtaría la mitad de la marmolera, e implica culminar la ascensión por el roto y desagradable terreno que conforma la faz oscura del macizo, en los lindes de sus afamadas marmoleras. En cuanto a la atractiva y probablemente más difícil continuación por el eje central de la placa, se adivina allí mucha humedad, pues no deja de constituir el desagüe natural de la vertiente, con el grave inconveniente suplementario de canalizar también cualquier potencial desprendimiento de piedras. 

la veta oscura que he seguido inicialmente se desvía hacia la derecha y se desvanece en el esquisto
Cuando proyecté la salida, omití un significativo factor a tener en cuenta: estamos en agosto y a pesar de estar aún lejano el fin de semana, numerosos montañeros atacan la vía normal que proviene de Brachimaña, la cual cruza justo por el borde superior de la marmolera, lo que supone un peligro nada despreciable de lapidación inmisericorde; de hecho oigo caer numerosas piedras lejos de mí, a la derecha; tal vez incluso algunas se desprendan por sí solas, sin ayuda humana. Así pues, no dudo en decantarme por las vetas de la margen derecha, donde existe mayor protección.

viniendo de Tebarray, se abordaría la marmolera a media altura y se podría continuar por el perfil recortado en el cielo
otra perspectiva más amplia de la placa, captada durante el retorno
La máxima inclinación de la pared coincide con un cambio en la naturaleza de la roca, ahora similar a la de la marmolera suroeste, con notable mejoría de la adherencia y con mayor presencia de presas, si bien no diviso apenas ningún potencial emplazamiento para ningún tipo de seguro, salvo que se disponga de los históricos clavos extraplanos, concretamente las pitonisas de acero duro… ¿dónde quedaron las mazas de la época gloriosa del alpinismo? Pero es ahora cuando echaremos de menos esa seguridad imposible: continuidad de pasos de IIIº con algún que otro IVº-, hasta que desaparece el impulso vertical y la dificultad disminuye: en adelante, solo IIº con algún esporádico y breve IIIº- intercalado y eludible sin gran contratiempo, sobre una roca ya característica del típico calcáreo gris claro; bastante roto, con numerosas presas y considerable adherencia, mas no demasiado fiable. Finalizo la ascensión de la placa directamente, muy a la izquierda de las líneas oscuras que dibujan las vetas que me han servido de guía en la parte más difícil de la ascensión. Aún queda un trecho nada despreciable hasta la antecima occidental de la Quijada de Pondiellos, más conocida como Infierno Occidental.

la cima y la marmolera suroeste,  desde el Infierno occidental
La placa oeste tiene un desnivel próximo a los 400 metros, bastante superior, pues, en longitud a su vecina suroeste; si bien, en mi opinión, no tiene la belleza de la vía descrita en la entrada de junio, su dureza, compromiso, dificultad e interés deportivo son mayores. Creo que bien merece una cotación de AD+ merced sobre todo a la complejidad del aseguramiento… si es que resultara factible. El punto de partida será Sallent, con un desnivel acumulado en absoluto despreciable, cercano a los 2.000 metros; también parece posible partir de Brachimaña e iniciar una travesía desde Tebarray, si bien en este caso abordaríamos la marmolera por su margen derecho a media altura, pues el descenso hasta su base se antoja excesivo.

el glaciar del Infierno aún existe ¿perdurará todavía en mi próxima visita?
Infierno occidental y panorama desde la cima central
Apenas si recuerdo mi ascensión por la cara norte clásica, hace ya muchos años. Sin embargo en aquella vía tan solo se roza la marmolera septentrional, ya que el itinerario discurre en su mayor parte por la intersección con los esquistos. Así que nada tiene de extraño que aquella excursión no consiguiera cautivar mi interés por las marmoleras, lo que, evidentemente, no ha ocurrido este año: no es muy habitual que ascienda a una misma cima dos veces en menos de un par de meses.
Pero en ambos viajes al Infierno, he encontrado el cielo.

que no, que no; que no me había olvidado de una foto del alba
las cimas de Ip desde Pondiellos
el desagüe de los ibones de Pondiellos
la marmolera suroeste durante el descenso
el comienzo de la vía que recorre la marmolera suroeste
los ibones de Pondiellos, ya sin rastro de hielo
Track: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=12808191