Vías Pirineos de dificultad media, [escalada PD, AD, D (IIº/IVº, máx. Vº)]. Vivencias de montaña. Rincones desconocidos o escasamente divulgados. Y alguna que otra reflexión

miércoles, 15 de julio de 2020

El circo secreto del Aspe. La Llena del Bozo

el Paso del Aspe, una vez franqueado.
el Paso del Aspe, una vez franqueado.



¿Escondido, secreto...? Nada de eso. Por el contrario, el circo del Aspe es muy visible, omnipresente desde la carretera que da acceso al puerto de Somport por la vertiente francesa. Pero tanto españoles como galos apenas suelen limitar su visita a los encantadores bosques de las Hayas y de Sansanet. Entonces, ¿cuál es el problema; qué es lo que impide la invasión turística, tan afín a escrutar cualquier rincón que se precie? Pues resulta que tan privilegiado paraje dispone de un buen cerrojo, en este caso conocido como Paso de Aspe. Ya sabemos que cuando al escenario le asignan nombre propio, es que de verdad tiene algo que lo distingue. En este caso, ni siquiera es cómodo llegar y aún menos atravesarlo; para la mayoría, la única opción de accedeer al Circo de Aspe pasa por el GR que transcurre entre el refugio de Lizara y Candanchú, pero en tal caso, solo se ve desde lo alto; un poco más cerca, eso sí, que desde las majestuosas cimas que lo circundan: el Aspe y sus dos vecinos, la Llena del Bozo (originariamente Liena de Elbozo) y Llena de la Garganta (antaño Liena de la Chaminera), topónimos que doy definitivamente por perdidos.

avanzando por el Circo. La Llena de la Garganta.

el Paso Nazapal y el curioso plegamiento sobre el que cabalga el GR.

recién nacida, la Gave de Aspe corre hacia el Atlántico. Aún le falta mucho, ¿no?

justo por esa terraza sobre el plegamiento discurre el GR...

...protegido casi hasta el absurdo, al menos en condiciones normales.

Aspe y Llena de la Garganta

espolón NE de la Llena del Bozo, mucho más herboso de lo que aquí aparenta.

Al Paso del Aspe se llega desde Causiat, en la cabecera del bosque de Sansanet o desde el circuito de fondo de Candanchú. Tras atravesar en suave descenso el hayedo, nos alzamos, rodeando alguna que otra cárcava, hacia el torrente que cae en cascada por la Chorrota. Sí, sí; por ahí hay que colarse, incluso cruzando el cauce en dos ocasiones. Un par de pasos apenas complicados de escalada entre los bloques y, algo más arriba, el ascenso por una ladera tumbada de yerba y rocas resbaladizas. Solo se requiere un poco de atención. Enseguida nos encontraremos en un plácido vallejo, surcado por la recién nacida Gave de Aspe. En ambas márgenes, yerba alta... húmeda las más de las veces... muy húmeda, incluso. De hecho, en mi última incursión, descubrí un nuevo uso para los bastones: sacudir previo al paso la vegetación para que perdiera algo de agua, irremediablemente predestinada a mis pantalones... remedio harto insuficiente, para mi tormento.


el valle de Aspe, siempre sumido en la niebla.


Si continuamos el ascenso por el fondo del valle, o bien por su ladera soleada en un vano intento de secar el atuendo, tropezaremos más arriba con la glera, ¡por fin algo seco!, oportunidad para descubrir las marcas características del GR, de claro y aconsejable trazado entre tanto derrubio. Dejaremos, pues, de lado los engorrosos accesos al collado entre el Aspe y la Llena de la Garganta, o al paso Nazapal, salvo que persigamos el ascenso a esas cumbres. Por el contrario, para alcanzar la Llena del Bozo basta seguir el sendero del GR hasta el collado de Esper y, desde allí, conquistar la cumbre sin dificultad por la cresta. Bonita, lógica y reconfortante ascensión de poco más de cuatro horas.

el espolón NE tiene desde aquí una vista fantástica.

collado de Esper.

edelweis.

ya cerca de la cima.

y ya casi arriba del todo. Aspe y Llena de la Garganta.

la niebla, compañera habitual del valle del Aspe.

el Circo, desde el GR.

desde esta perspectiva, el espolón carece de interés. Sin embargo, era mi objetivo inicial.

Llena de la Garganta y Llena del Bozo.

Para el retorno a Candanchú queda abierta una alternativa al paso del Aspe, con doble opción: bien seguir el GR, remontando unos 200 metros y mediante un largo rodeo que nos conducirá a la Estación a través de la pista del telesilla de la Tuca Blanca y el collado del Pastor; bien, más directamente, a través de los Lomeros de Esper. Esta última solución podría ser muy rápida y recomendable, a condición de conocer el terreno, ya que su única salida, en un paraje flanqueado por cortados inaccesibles, es por la conocida por los esquiadores como “diagonal de Esper” en el descenso de travesía libre de la Tuca Blanca por un itinerario no balizado ni preparado. Obviamente, esta opción también es válida en ascenso, pero nos perderemos el Paso del Aspe y el fondo del valle.

el valle de Aspe desde el GR, encima de los Lomeros de Esper.

Track de la ruta en: https://es.wikiloc.com/wikiloc/spatialArtifacts.do

ANEXO: El Paso de Aspe: 

Un estrecho sendero nos aproxima hacia el visible estrechamiento; se rodea una cárcava muy pendiente y se desciende hasta el cauce de inmediato. Hay que cruzarlo, lo que no suele suponer el menor problema (atención a posibles crecidas en un hipotético regreso). En seguida, nos colamos entre dos bloques por una estrecha separación (¿IIIº-?), con excelentes presas. Un poco más arriba, hay que superar una corta pared vertical con buenas y abundantes presas (¿IIIº-?), para desembocar en una badina, debajo de una hermosa cascada. Se cruza de nuevo el torrente. Es posible llegar hasta aquí por la otra margen (derecha), sin cruzar el riachuelo, pero en tal caso se requiere una progresión ya muy complicada sobre roca húmeda; por el contrario, los pasos indicados (máximo de IIIº-) están al alcance de todo el mundo y carecen de exposición.

Por encima queda la superación de una ladera tumbada de yerba y roca resbaladiza, lo cual es posible por diferentes puntos. Quizá la solución más segura estriba en utilizar una canal próxima a la pared que delimita el Paso, despreciando el más dudoso trajinar de piedra y yerba, siempre menos fiable. Se desemboca en un apacible vallejo.