Vías Pirineos de dificultad media, [escalada PD, AD, D (IIº/IVº, máx. Vº)]. Vivencias de montaña. Rincones desconocidos o escasamente divulgados. Y alguna que otra reflexión

martes, 4 de junio de 2013

Anayet, corredor de los franceses

Debido al supuesto paralelismo de su origen plutónico, en más de una ocasión se ha calificado al Anayet como hermano menor del Midi d’Ossau, no sin señalar que se trata de una pobre imitación. Desde una perspectiva alpina, tanto por meras cuestiones de tamaño como por la calidad de la roca, habremos de convenir que, efectivamente, no existen términos plausibles de comparación. Pero, ahí está el Anayet, inconfundible con su enhiesto perfil, bien plantado en los confines de Canal Roya, y, sobre todo, aislado de otras cumbres rivales.

el Anayet desde el norte.
Aunque la vertiente norte y sus hermosas invernales le han granjeado un gran protagonismo en las crónicas de ascensiones, es en el flanco opuesto, presidiendo las turberas e ibones homónimos, donde mayor popularidad se le reconoce. También aquí, su vía normal ha alcanzado una elevada notoriedad, siquiera sea por los numerosos incidentes radicados en sus aledaños; en especial, en el famoso enclave de la “placa”, al parecer equipado con un cable o cadena. Curiosamente, nunca he subido o bajado por tal paso, siendo que por intuición he preferido siempre la proximidad del espolón occidental, muy accesible.

el corredor de los franceses
Sea como fuere, cuando se llega al Anayet desde Formigal, un osado corredor, justo a la derecha de la cima, atrae la mirada como si fuera un potente imán. Es el corredor Este o de los franceses. Su aspecto impone. Tras poco más de una hora y media desde la carretera (la pista suele estar cerrada en verano), se divisa el corredor, cuya base se alcanza en media hora suplementaria. Pues, bien, a lo largo y ancho de esos treinta minutos caminando por las turberas, lo contemplamos de frente, lo que suele inducir una ilusión óptica que tiende a provocar una fuerte sobrevaloración de su inclinación. Tal fue como a mí me sucedió, hasta concluir que el primer y último tercio de la canal eran casi verticales, mientras que el tercio central llegaba al extraplomo. Quizá solo en la Canal de Retos, vislumbrada desde Cima Capullo, (ver foto en este blog, entrada Corredores fáciles Telera) he llegado a experimentar una sensación tan intensa. Intensa y engañosa, pues, después de tomar algunas referencias que me guiarían durante la ascensión, descubrí cómo las iba sobrepasando todas sin tropezar con los esperados y empinados obstáculos. De hecho, tan solo me decidí a emprender esta vía porque las reseñas señalaban una accesible cotación de AD.

el Anayet desde el Pourtalet
Pero los esperados pasos de IIIº e incluso IVº no aparecían por ninguna parte; tras superar andando el primer tercio, supuestamente vertical, tampoco la zona central opone barreras dignas de mención, salvo un exiguo muro, este sí en ligero extraplomo, cuya principal dificultad estriba en hallar algún punto dotado con presas sólidas, lo que no abunda precisamente en esta vía. Aquí, en efecto, se puede hablar de un IVº, tan delicado como breve. Y, después, poco más. Algún paso aislado y perfectamente evitable de IIIº hasta la cresta, la cual no supera en ningún caso el IIº

En definitiva, trepar, se trepa poco o muy poco. Pero lo que falta e incluso decepciona en cuanto a criterios alpinos, queda compensado por el encanto de una ruta tan directa y eminente que atraviesa la ladera más escabrosa del Anayet.

humedales que rodean al Anayet por todas sus vertientes
He rondado esta cumbre en todas estaciones y condiciones. Nunca me ha defraudado. Quizá porque no he buscado en ella mis límites, sino que, sencillamente, me he dejado seducir por su entrañable hechizo, ese mismo que ya se aprecia cuando se escucha su melodioso nombre. Hoy, de nuevo la amenaza de las palas excavadoras se cierne sobre estos privilegiados enclaves: confiémos en que ninguno de esos proyectos falsamente progresistas llegue a destruir en pocos días lo que tantos miles de años le llevó erigir a la naturaleza.

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