Vías Pirineos de dificultad media, [escalada PD, AD, D (IIº/IVº, máx. Vº)]. Vivencias de montaña. Rincones desconocidos o escasamente divulgados. Y alguna que otra reflexión

lunes, 1 de febrero de 2021

Infierno, marmolera oeste II

vía descrita en este blog, "La tercera marmolera: Infierno occidental cara oeste", setiembre 2015

croquis Altitude en Pyrénées, 1977, página 390
(Source gallica.bnf.fr / BnF)

Durante mis exploraciones a las marmoleras del Infierno (Quijada de Pondiellos) y particular idilio con estas fabulosas placas, en el verano de 2015 ascendí por la marmolera occidental, la más visible desde Sallent. Supe entonces de la existencia de una vía, a cargo de Ursi y Carmelo Royo, de la cual ignoraba todo salvo una vaga alusión a un paso de Vº. Merced a la intervención de Alberto Martínez Embid, he tenido ahora ocasión de conocer un croquis de la vía, reflejado en Pyrénées, órgano oficial del Musée pyrénéen du Chateau-fort de Lourdes.

Decía en aquella ocasión (La tercera marmolera: Infierno occidental cara oeste,  setiembre 2015)

"...enseguida alcanzo un rellano casi plano que se atraviesa andando y desde el que puedo estudiar sosegadamente la continuación de la escalada, ya que la pared se empina enfrente de mí formando un pequeño circo ... En cuanto a la atractiva y probablemente más difícil continuación por el eje central de la placa, se adivina allí mucha humedad, pues no deja de constituir el desagüe natural de la vertiente, con el grave inconveniente suplementario de canalizar también cualquier potencial desprendimiento de piedras ... La máxima inclinación de la pared coincide con un cambio en la naturaleza de la roca, ahora similar a la de la marmolera suroeste, con notable mejoría de la adherencia y con mayor presencia de presas, si bien no diviso apenas ningún potencial emplazamiento para ningún tipo de seguro, salvo que se disponga de los históricos clavos extraplanos, concretamente las pitonisas de acero duro… ¿dónde quedaron las mazas de la época gloriosa del alpinismo? Pero es ahora cuando echaremos de menos esa seguridad imposible: continuidad de pasos de IIIº con algún que otro IVº-, hasta que desaparece el impulso vertical y la dificultad disminuye: en adelante, solo IIº con algún esporádico y breve IIIº- intercalado y eludible sin gran contratiempo, sobre una roca ya característica del típico calcáreo gris claro; bastante roto, con numerosas presas y considerable adherencia, mas no demasiado fiable. Finalizo la ascensión de la placa directamente, muy a la izquierda de las líneas oscuras que dibujan las vetas que me han servido de guía en la parte más difícil de la ascensión"

Lo cierto es que ni en el principio de la vía, inicialmente andando, ni en su mitad final, más larga de lo que aparenta, aprecié en modo alguno la dificultad que indica el croquis de Altitude. ¿Estaba aquel día en estado de gracia? No lo creo. Pienso que solo unos pocos metros en el centro del embudo, precisamente los que mi vía esquiva, pueden alcanzar el Vº del croquis; eso sí, será un tramo de superación delicada y, potencialmente, en malas condiciones. Sin embargo, apenas suponen una mínima parte de la ascensión. Por debajo, nada. Insisto en que se gana altura en gran parte andando, aunque con precaución debido al pulido extremo de la roca. Y, por encima, no mucho más. Ascensión cómoda y relajada, donde se podía elegir el itinerario sin ninguna clase de contratiempo a todo lo largo y ancho de la marmolera; sin embargo, esta finalización se hace muy larga y un tanto pesada por su monotonía y carencia de interés.


zona inferior de la placa; muy fácil

zona inferior y margen izquierdo de la placa.

...y margen derecho. Zona inferior apenas inclinada

la marmolera oeste desde la cresta noroeste de Garmo Negro. Aquí se aprecia mejor la inclinación media de la pared, muy plana abajo y con solo un resalte intermedio más empinado.

La evaluación de la dificultad de una vía es siempre una cuestión delicada de arriesgada solución. Si ya es desafortunada la sobrevaloración, aún es peor el vicio contrario, pues puede alentar a peligrosas incursiones, dada  la presunta facilidad del itinerario reseñado. Por lo demás, ¡qué fácil es equivocarse!, sea por nuestro ánimo cambiante, por la suerte de acertar con el paso correcto o por cualquiera de las mil y una razones restantes que nos pueden nublar el juicio y conducirnos a una precisión errónea. Lo cierto es que cuando indico un cierto grado de dificultad desearía que se me leyese con la máxima prudencia, aunque finalmente tampoco sean tantas ni tan relevantes las inexactitudes cometidas. En fin, la cuestión no tiene remedio conocido, salvo la confrontación de numerosos evaluadores y no es este el caso. No queda sino pedir perdón de antemano y aconsejar a todo pireneísta que afronte siempre su excursión preparado para resolver cualquier sorpresa, algo que más temprano que tarde encontrará.

Por supuesto, todo lo escrito no solamente es válido para esta vía, sino para todas las reseñadas en este blog y, en particular, para las marmoleras del Infierno.


zona inferior de la marmolera, desde el Garmo de las Albas.


Infierno, antecima occcidental, con la marmolera suroeste a la derecha y la occidental a la izquierda (solo visible la zona superior)

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